Quien temprano se levanta
abandonando su dueño,
pierde una hora más de sueño
y cualquier visión lo espanta.
La persona que recrea
en su mente fantasías
las noches las vuelve días
y la duda saborea.
Aunque vaya a la azotea
arropada con su manta
como todo el que no aguanta
de ronquidos un concierto
más horas está despierto
quien temprano se levanta.
A la duda condiciona
su vida y solo se escama
aquel que deja la cama
por estar en la tumbona.
Pese a que toda persona
tiene su propio diseño
tener un distinto empeño
dentro de la misma casa
manifiesta quien la pasa
abandonando su dueño.
Peliaguda situación
sostiene sin tener calma
el que mortifica al alma
por pura imaginación.
A cualquiera un madrugón
le puede fruncir el ceño,
para un normal desempeño
se debe dormir lo justo
quien madruga por su gusto
pierde una hora más de sueño.
El que desdeña el ropaje
del sueño y sus horas buenas
de inconfesables escenas
con su mente hace un rodaje.
De singular personaje
la condición se quebranta
y más aún si no es santa
la idea que tiene en mente
pues madruga vanamente
y cualquier visión lo espanta.
* planta Carlos Vásquez (Perú)
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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