Las aves que hicieron nido
en árbol de hojas cargado,
porque lo ven deshojado
le miran desconocido.
Una bandada vivió
en un árbol muy frondoso
el mismo que majestuoso
su follaje compartió.
Cuando el otoño cayó
sobre el árbol concurrido
en dirección al florido
prado, veloces volaron
y en otro árbol se posaron
las aves que hicieron nido.
Esta situación se da
de manera general
y el ave que no es moral
donde le conviene va.
Mientras que el árbol está
en un sitio enraizado
volando de lado en lado
el ave pasa la vida
y cuando lo quiere anida
en árbol de hojas cargado.
Vigoroso o mortecino
con el paisaje armonioso
se yergue el árbol añoso
a la vera del camino.
Y las aves que en su sino
todo lo toman prestado
al árbol antes usado
desde otro lugar lo miran
y hacia sus ramas no viran
porque lo ven deshojado.
El árbol a la manera
peculiar de la floresta
con sus ramas manifiesta
que acabó la primavera.
En la silente pradera
del viento se oye el silbido
y al árbol desposeído
de sus hojas, por el viento,
las aves en un momento
le miran desconocido.
* planta Cantares, Lima 1963
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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