Desde ver la luz primera
el hombre enfrenta la vida
mas no sabe su medida
hasta la hora postrera.
Inclemente en su carrera
el tiempo no se detiene
y si un nuevo tiempo viene
con respectivas mudanzas
al que vive de esperanzas
la esperanza, lo mantiene.
Duda, si cabe o no cabe
dentro de la Humanidad,
le hablan mucho de hermandad
y no falta quien lo trabe.
Sufre un revés y no sabe
de dónde el golpe proviene,
aunque la vida lo llene
con sus diarias añoranzas
al que vive de esperanzas
la esperanza, lo mantiene.
Y viviendo atormentados
entran ganas de morirse
si nunca van a cumplirse
los objetivos soñados.
Como si fuesen pecados
la cruel realidad retiene,
por mucho que el día aliene
sus sueños con las tardanzas
al que vive de esperanzas
la esperanza, lo mantiene.
Hay gente noble y aviesa
y ante tretas de un malvado
el rato menos pensado
se nos cae el mundo y pesa.
Porque es nefasta sorpresa
la maldad nunca previene,
si lo injusto se sostiene
con sus fieles y balanzas
al que vive de esperanzas
la esperanza, lo mantiene.
* planta de Marinera norteña
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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