Bajo el hermoso celaje



Bajo el hermoso celaje
ya descansa la peonada
el Carmelo en la enramada
canta con garbo y coraje.


De a pocos su plenitud
pierde el sol allá en el cielo
mientras que el norteño suelo
conserva su magnitud.
Pronto invade la quietud
a la pampa y al follaje,
va matizando el paisaje
suavemente la penumbra
y en su recorrer lo encumbra
bajo el hermoso celaje.


Del río Saña a la orilla
donde los ricos no van
trabajando con afán
vive la gente sencilla.
Con la fecunda semilla
está la tierra sembrada,
por el esfuerzo agobiada
y a sus sueños dando rienda
en una humilde vivienda
ya descansa la peonada.


No hay sombra que lo acobarde
ni luz que ciegue sus ojos
y sí gallo que en despojos
quedó por hacerle alarde.
Por instinto cada tarde
espera otra madrugada,
tiene fija la mirada
en el remoto confín
y parece un paladín
el Carmelo en la enramada.


Parado en un palo seco
otro gallo, a la distancia
canta con tal arrogancia
que en el campo se oye el eco.
Y para que el Ajiseco
cantando no lo aventaje
eriza raudo el plumaje
que le adorna la cabeza
y el Carmelo por nobleza
canta con garbo y coraje.


* planta de la décima “El gañán” de Orlando Gonzáles “Manolando”

© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.