Desde tu separación



Desde tu separación
la tristeza no me deja.
Olvidarte yo quisiera
pero el corazón se queja.


Te brindé mi gran querer
como lo brindé a ninguna
¡ay! para mala fortuna
todo quedó en el ayer.
Para amar a otra mujer
no tengo motivación
diariamente la aflicción
viene a mi alma de visita
y yo voy por ti a la ermita
desde tu separación.


Te juro que no merezco
el pago que tú me has dado
y el trauma cruel no soñado
por tu culpa lo padezco.
De incógnito permanezco
apostado en tu calleja
y al ver que otro te corteja
y tú le aceptas las flores
entre muchos sinsabores
la tristeza no me deja.


Voy camino a ser ateo
si el amor se porta así,
con dolor un Yaraví
me aflora cuando te veo.
Sin esperanzas no creo
que la pena es pasajera,
si existencia lastimera
es la que tengo y no puedo
seguir creyendo un mal credo
olvidarte yo quisiera.


Mira tú que en un segundo
trocaste mi dicha en llanto
y escucha tras de mi canto
el gemir de un moribundo.
En el espejo del mundo
mi triste faz se refleja,
picó tu amor cual abeja
dejándome el aguijón
arrancarlo es mi intención
pero el corazón se queja.


*planta del Yaraví “Tu separación”

© 2005 Luis Bárcena Giménez
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