Si la flacura doliera
como duele la idiotez
yo estaría padeciendo
el dolor que vos tenés.
Lapidario, en una frase
y por creerte ¡verraco!
me dices que por ser flaco
no hay nada que me acompase.
En caso de que aceptase
lo que tu ser vitupera
en mil apuros me viera
dado mi escaso grosor
porque tendría dolor
si la flacura doliera.
Te pones en plan de listo
diciendo que estoy chupado
cual esqueleto parado
pero yo no me contristo.
Por tu modo ya está visto
que no tienes brillantez
y te replico a la vez
para tu gran desencanto
la estampa no duele tanto
como duele la idiotez.
No tienes escapatoria
y en la idiotez perseveras
por esto muchas tonteras
escapan de tu memoria.
Solito en tu vanagloria
te tienes por estupendo
mas, fijo un dolor horrendo
como en tu cara se nota
tan solo por ser idiota
yo estaría padeciendo.
Pretendes un desenlace
con el que obtener valía
pues bien en la tontería
no existe quien te remplace.
El tiempo transcurre y hace
que más idiota tú estés,
de este lío en que te ves
metido, no puedo hablar
pero me hace imaginar
el dolor que vos tenés.
* planta de Carlos Ignacio Gallego (Colombia)
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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