Con una pasión sin nombre



Con una pasión sin nombre

y tu nombre en mi pasión
mujer, en ti mi ilusión
se realiza como hombre.
Si me nombras cual pronombre
dirás: Él me trae albricias,
porque no fueron ficticias
tantas horas de ternura
que abrazada a mi cintura
te rendiste a mis caricias.


Con una pasión sin nombre

nuestros cuerpos se apretujan
y al idilio que dibujan
no hay nada que lo escombre.
En la playa de renombre
donde no faltan noticias
me trajiste las primicias
trocadas en ansiedad
y en la grata intimidad
te rendiste a mis caricias.


Con una pasión sin nombre

tú y yo nos entregamos
y mira lo que logramos
¡que hasta Cupido se asombre!
Logramos que desescombre
sus más antiguas delicias,
cada encuentro que propicias
me vuelve al primer encuentro
en que llevándote adentro
te rendiste a mis caricias.


Con una pasión sin nombre

te entrego días enteros
porque con la lumbre de Eros
no hay ocaso que la alfombre.
Y de amor, el sobrenombre
con el que tú “me ajusticias”
lo debo a que a las novicias
yo le arrebaté una prenda
y enseñándote otra senda
te rendiste a mis caricias.


* versos en cursiva de Teko Anguzar (Argentina)

© 2005 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.