Aquí comienza la nada



Para hacerme una ofrenda

como nunca me habían hecho
tú me dejaste en el pecho
traición de lo más horrenda.
Lo hiciste para que aprenda
a vivir la encrucijada,
con el alma atormentada
que se resiste a morir
nomás me queda decir
aquí comienza la nada.


Para hacerme una ofrenda

me pusiste cada cuerno
que creo, que del infierno
siempre yo estuve en la senda.
Cuando me quité la venda
y escuché tu carcajada
se me encharcó la mirada
y aunque miraba hacia el cielo
yo pensé como consuelo
aquí comienza la nada.


Para hacerme una ofrenda

afrentaste al matrimonio
y convertido en demonio
lograste que a Dios ofenda.
Quizá nada te sorprenda
porque tú eres resabiada
y al verte hoy acompañada
derrochando tu cinismo
me digo sin pesimismo
aquí comienza la nada.


Para hacerme una ofrenda

¡a mí mismo me enfrentaste!
mas no creas que ganaste
la mínima reprimenda.
Tú me has devuelto la prenda
que yo tenía empeñada
y mi amor, de la estacada
se levanta justiciero
a decir en tu lindero
aquí comienza la nada.


* versos en cursiva de Teko Anguzar (Argentina)

© 2005 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.