Venir a esta población
que con su calor me abraza
es como entrar a mi casa
y sentarme en un sillón.
Tras largas horas de viaje
me encuentro en este lugar
al cual voy a tributar
con mi canto un homenaje.
Este pueblo y su paisaje
me llenan de inspiración,
sé que la improvisación
tiene aquí mucha presencia
y me gusta en consecuencia
venir a esta población.
Observo a la muchedumbre
con buena disposición
siento su respiración
y en mí se aviva la lumbre.
Aquí por buena costumbre
nadie se fija en la traza
y comparto con su raza
que es la misma de mi zona
la mirada bonachona
que con su calor me abraza.
Aunque el viaje fue cansado
valió la pena viajar
porque es bonito llegar
y ya sentirse abrazado.
Como muchos han notado
que mi risa no es escasa
para saber qué me pasa
respondan nomás por mí
puesto que venir aquí
es como entrar a mi casa.
Aquí yo siento cercano
el cariño de la gente
porque me mira de frente
y me da el trato de hermano.
Y allá en mi sitio lejano
donde tengo mi función
cometo la misma acción
cuando mi emoción se embala
que es ir directo a la sala
y sentarme en un sillón.
* planta de Gerardo Inda (Cuba)
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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