Quisiera darme la muerte
porque a los muertos envidio
pero me espanta el suicidio
porque morir es no verte.
Siento una gran pesadumbre
tan honda dentro de mí
que sé que vivir así
es una mala costumbre.
Una diaria incertidumbre
hace que me desconcierte
y a veces un dolor fuerte
me ataca en el corazón
que al desbordar mi razón
quisiera darme la muerte.
Al no saber del contento
que da el saberse querido
es amargo mi quejido
y fatal mi pensamiento.
Contra el mundo me violento
y pienso en el homicidio
mas, una tumba al presidio
prefiero al no tener paz
y esperanza y además
porque a los muertos envidio.
He dejado lo jocundo
y la apariencia lozana
y en mi vida cotidiana
vivo cual un moribundo.
Y puesto que en este mundo
de amor no tengo subsidio
terminar quiero el fastidio
que me lleva a la demencia
quiero acabar mi existencia
pero me espanta el suicidio.
Y escucha prenda querida
a pesar de ser quien soy
ya que padeciendo estoy
y no vislumbro salida.
Quiero acabar con mi vida
tan llena de mala suerte
y a la vez quedar inerte
bajo tierra sepultado
no es el plan mejor pensado
porque morir es no verte.
* planta de Antonio Plaza (México)
© 2009 Luis Bárcena Giménez
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