La mujer cuando es celosa
es muy poco inteligente
porque siempre ve las cosas
que anda diciendo la gente.
Cuando al hombre, otorga audiencia
y pide una explicación
nunca atiende a la razón
mas saca de la paciencia.
Es la peor penitencia
soportar a una cargosa,
se pone tan remilgosa
¡que un gramo le pesa un kilo!
no deja dormir tranquilo
la mujer cuando es celosa.
De los cabellos se tira
si son los celos su fe
y alocada es capaz de
sentarse sobre una pira.
Por desconfianza se mira
en el espejo la frente,
este accionar negligente
es del divorcio preludio,
quien del celo esté en estudio
es muy poco inteligente.
No ha sido invitada y viene
“como dando una sorpresa”
no se aparta de la mesa
y en sus trece se mantiene.
Ella, a las otras las tiene
por coquetas y envidiosas,
de situaciones odiosas
es una eterna refriega,
inútil pensar que es ciega
porque siempre ve las cosas.
De su boca, el carmesí
pierde color y frescura
besa ella con amargura
y pica más que el ají.
Con una mujer así
no hay diálogo elocuente
pues de manera indulgente
aunque estos sean falsarios
da fe de los comentarios
que anda diciendo la gente.
* planta de un son cubano
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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