Este amor que yo alimento



Este amor que yo alimento
de mi propio corazón,
no nace de inclinación
sino de conocimiento.


Cuánto reconforta amada
el saber que mi destino
es andar todo camino
y llegar a tu morada.
Con nobleza la mirada
yo dirijo a tu aposento
y en el mágico momento
que tú radiante apareces
no conoce de estrecheces
este amor que yo alimento.


Alimento saludable
que me llena de energía
es contemplarte otro día
y hacerlo interminable.
Tu belleza inigualable
es una fruta en sazón,
tu imagen que es mi razón
en mí la ternura labra
y hace fluir la palabra
de mi propio corazón.


Con tu aura yo estoy seguro
contra cualquier maleficio
porque me aparta del vicio
como del camino oscuro.
Me animas al amor puro
estación tras estación
y puesto que mi afección
hacia ti es espiritual,
si es inclinación al mal
no nace de inclinación.


Si he de inclinarme lo haría
ante tu idilio y por ti
para contagiar en mí
tu amorosa gallardía.
Mi ilusión sin cobardía
necesita de tu aliento,
el amor que por ti siento
mi adorada criatura
no es producto de locura
sino de conocimiento.


* planta de Francisco de Quevedo

© 2007 Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.