¡Ay, amor! lleno de insultos
centro de angustias mortales,
donde los bienes son males
y los placeres tumultos.
Frente a ti, amor, la batalla
rotundamente he perdido
quizá por algo omitido
¡pero nunca por canalla!
Para una pequeña falla
tú no conoces de indultos,
al descubrir tus ocultos
deseos de corazón
estás para desazón
¡ay, amor! lleno de insultos.
Ya mi mente está cansada
el corazón no da más
como enigma seguirás
aquí en mi alma enamorada.
En una charla alturada
no moderas tus modales
porque tienes dos morales
yo no sé ¡qué voy a hacer!
pues tú siempre vas a ser
centro de angustias mortales.
Y yo, con la herida abierta
como con un mal barrunto
para aclarar este asunto
he venido hasta tu puerta.
Aunque suene a letra muerta
¡yo traigo amor a raudales!
mas dime ¿por qué tú sales
conque amar, un pecado es?
vives un mundo al revés
donde los bienes son males.
Pensé que tú nunca herías
a quien te brinda un querer
recién empiezo a entender
acerca de hechicerías.
Dejando las niñerías
¡vamos a hablar como adultos!
es verdad que hay otros cultos
pues en hombres y mujeres
los amores son placeres
y los placeres tumultos.
* planta de Mariano Melgar
© 2005 Luis Bárcena Giménez
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.