Dos veces una razón


Advierte, que en mi pasión
se puede tener por cierto
que es decir ausente y muerto
dos veces una razón.


Siempre espero la mañana
por esta sana costumbre
de querer que a mí me encumbre
tu belleza soberana.
Apartando mi desgana
tú me brindas la ilusión
y olvido mi inhibición
siendo tú lo que más quiero
motivado vivo pero
advierte, que en mi pasión.


Hay tristeza y hay contento
contento por el deseo
de tenerte y también creo
en la pena, ¡sin tu aliento!
Y aquí está un presentimiento
que te dejo al descubierto:
si del mundo en el concierto
tu amor no me sale al paso
mi vertiginoso ocaso
se puede tener por cierto.


Pues mi manera de amar
por tu amor no la controlo
y tengo temor que solo
tú me quisieras dejar.
Por desamor puedo dar
bajo la tierra de un huerto,
también si lejos despierto
de tu presencia anhelada
diré que yo estoy en nada
que es decir ausente y muerto.


Contigo quiero vivir
y gozar de la existencia
mas no me brindes tu ausencia
que vivir sin ti es morir.
Y puesto que mi sentir
lo digo de corazón
es tuya la decisión
de tenerme o no a tu lado
que por tu amor he explicado
dos veces una razón.


* planta de Francisco de Quevedo

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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