A las que son desenvueltas



Llama siempre moderadas
a las que son desenvueltas,
a las gordotas esbeltas
y a las pálidas rosadas.


No se puede prescindir
de mujeres y querellas
por eso con todas ellas
hay que saber convivir.
¡Lo que ellas quieren oír
oirán enamoradas!
a las damas alocadas
que existen en todas partes
con la mejor de tus artes
llama siempre moderadas.


No las juzgues porque van
ni lo hagas porque vienen
después de todo, entretienen
y sus encantos nos dan.
Y si en esta tierra están
las féminas muy revueltas
tú no le des muchas vueltas
obséquiales unas rosas
y diles que son virtuosas
a las que son desenvueltas.


Por muy hombre que tú seas
de la mujer necesitas
o ¿con quién conciertas citas
y de la mano paseas?
No te olvides que las feas
también deben ser “absueltas”
y si tú las ves envueltas
con ropa que les aprieta
llama de forma coqueta
a las gordotas esbeltas.


Hazle caso y no cuestiones
lo que ella pretenda ser
pues la mujer, es mujer
aunque use pantalones.
No solo des atenciones
a las que andan arregladas,
si las ves avejentadas
que hasta se les caen los pelos
dile a las flacas modelos
y a las pálidas rosadas.


* planta de “Consejos a Juanillo” del Cucalambé

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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