Para placeres, tu amor



Para placeres, tu amor;
para dichas, tu presencia;
para tormento, tus celos,
y para morir, tu ausencia.


Paseo por la comarca
donde no conozco el luto
y diariamente disfruto
de la paz de Catamarca.
Me veo cual un monarca
y soy solo un trovador,
el contemplar una flor
el respirar aire puro
ante estos y otros, te juro,
para placeres, tu amor.


Llevado por el compás
que tú marcas con afecto
mi cariño, por efecto
lo proyecto a los demás.
Por ti cada día más
se engrandece mi querencia,
he vivido la experiencia
de ver la casa vacía
y digo sin fantasía
para dichas, tu presencia.


Yo no soy de protestar
si me cortas el relajo
que aparte de mi trabajo
en casa me encanta estar.
Motivos no suelo dar
para penas y desvelos,
por amor ¡hasta en los cielos!
a veces hay confusión,
infundados pero son
para tormento, tus celos.


Yo soy el libro que aloja
tus derechos y deberes
solo tú entre las mujeres
puede arrancarme la hoja.
El no verte me acongoja
y me llena de impaciencia
pues sirven a mi existencia
como hace el sol con el día
tu tardanza, de agonía
y para morir, tu ausencia.


* planta de Atahualpa Yupanqui

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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