A la grande no la quiero
porque ya sabe de todo;
a la chica la prefiero
para enseñarle a mi modo.
Las dos tienen buena estampa
y en Santa Rosa comentan
que ambas muy bien representan
a la mujer de La Pampa.
Fama que sale y acampa
en Santiago del Estero
y aunque suma a su salero
una mirada sensual
más un cuerpo escultural
a la grande no la quiero.
Aclaro, que de bajada
no estoy, ni ganas me faltan
más que sus senos resaltan
con la blusita pegada.
De la juventud preciada
está en el mejor periodo,
con ella no me incomodo
buena relación mantengo
simplemente yo me abstengo
porque ya sabe de todo.
Por su hermana me levanto
cuando aún el viento sopla
me inspiro en ella una copla
y ante el viento me agiganto.
Yo soy gaucho y cuando canto
hay que quitarse el sombrero
si el amor es cancionero
donde hay que improvisar
para enseñarle a cantar
a la chica la prefiero.
Entre las dos he marcado
en base a mi repertorio
un singular territorio
que nos ha beneficiado.
Pues cuando estoy de invitado
nadie se da con el codo
y en sus juegos me acomodo
sin que sea jugador
pues yo quiero a la menor
para enseñarle a mi modo.
*planta de Atahualpa Yupanqui
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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