El día que tú te cases
a mí me sepultarán;
en tu casa habrá alegría
y en la mía llorarán.
Cuando miro los altares
de las iglesias riojanas
de llorar me vienen ganas
porque allí me das pesares.
Amigos y familiares
te elogiarán con sus frases,
los conocidos compases
de toda marcha nupcial
llenarán la catedral
el día que tú te cases.
Mientras tanto, con Romeo
que así se llama tu novio
me hacen vivir el oprobio
que para nadie deseo.
No quiero ver pero veo
las caricias que se dan
y aunque morir no es mi afán
mi sufrimiento va en serio
y sé que en el cementerio
a mí me sepultarán.
Y sin ser un hombre ruin
le cogí odio a las campanas
pues dentro de unas semanas
te harán ¡tilín, tilín!
Paralela con el fin
de mi penosa agonía
en ese espléndido día
en especial para ti
con Champán y Bacardí
en tu casa habrá alegría.
Airosa vas de subida
¡pa’ todo tienes respuesta!
yo a la vez, bajo la cuesta
con el alma dolorida.
De que pase a mejor vida
muchos se sorprenderán
y como nunca sabrán
que por ti caí en el pozo
reinará en tu casa el gozo
y en la mía llorarán.
* planta de Atahualpa Yupanqui
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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