Comiendo se mata el hambre,
bebiendo se va la sed;
y enseñando la moneda
se conquista a la mujer.
El médico me receta
que al día coma tres veces
si bien conozco las reses
¡desconozco la chuleta!
Le digo que este planeta
es de pobres, un enjambre
y lo peor es un calambre
en la barriga vacía,
hay que comer cada día
comiendo se mata el hambre.
El agua tiene un sonido
que a vivir nos solivianta
su paso por la garganta
todo humano ha permitido.
A veces como el oído
se filtra por la pared
y si del agua, a merced
estamos, por ser vital,
de caño o de manantial
bebiendo se va la sed.
El hombre es su fiel devoto
y esto ¡la mujer conoce!
y no hay una que no goce
con masculino alboroto.
Su corazón es un coto
con tiempos de caza y veda
y el que es listo desenreda
complicada situación
haciendo una invitación
y enseñando la moneda.
Ella sabe lo que quiere
como que la crean frágil
pero calculando es ágil
y de amor ¡ya no se muere!
Es muy difícil que espere
y que se ponga a tejer,
puesto que hay que establecer
un gran vínculo afectivo
hablando del efectivo
se conquista a la mujer.
* plana de Atahualpa Yupanqui
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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