Nadie piensa, nadie siente



Nadie piensa, nadie siente,
¿quieren matarme?, ¡en buena hora!
¿qué esperan? ¡mátenme ahora!
¡pero mátenme de frente!


Ya se acerca la perversa
gente que viene a dar muerte
y yo no tengo más suerte
que una situación adversa.
Como que el alma conversa
en el paisaje silente,
cuando del fin se es consciente
todo queda desvelado
y en el hombre acorralado
nadie piensa, nadie siente.


Reinará aquí la violencia
porque no voy a rendirme
pues nací para batirme
hasta el fin de mi existencia.
No necesito clemencia
de gente avasalladora
soy Luis Pardo ¡el que no implora!
y esperándolos acampa
¡maldita sea su estampa!
¿quieren matarme?, ¡en buena hora!


Olor a sangre respiro
la parca siente placer
y antes que ella quiero ver
quién de gracia, me da el tiro.
Desde el parapeto miro
que el encono los devora,
a qué viene la demora
si han corrido pa’ alcanzarme
si el propósito es matarme
¿qué esperan?¡mátenme ahora!


Sus fusiles y sus sables
que me hagan pedazos ¡mil!
si cumplen una orden vil
no se sientan responsables.
Y si creen ¡miserables!
que viví lo suficiente
¡venga todo el contingente!
que la muerte no me aterra
y mátenme aquí en la sierra
¡pero mátenme de frente!


* planta: El canto de Luis Pardo

© 2007 Luis Bárcena Giménez

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