La mujer es una torta



La mujer es una torta
casi dulce, casi amarga:
es un contento a la corta
es un tormento a la larga.


Con mirarnos un segundo
por una gracia divina
amante nos elimina
el desconsuelo profundo.
En cualquier lugar del mundo
su presencia nos conforta,
la miel que en su cuerpo porta
sabe a muchas bendiciones
haciendo comparaciones
la mujer es una torta.


Siempre ha de maniobrar
para ella la situación
y en cosas del corazón
nadie se le va a sobrar.
Según su modo de obrar
la vida acorta o alarga,
nos aviva y aletarga
nos da un antes y un después
por equilibrio ella es
casi dulce, casi amarga.


Es la más grata sorpresa
que puede haber en la vida
ver que la mujer querida
llega a cumplir su promesa.
Nos sublima si ella expresa
que nuestro amor sí le importa
y si enamorada aporta
la dulzura de su ser
para el hombre, la mujer
es un contento a la corta.


Cuando en noche vuelve el día
por más certeza que error
es señal de que su amor
está entrando en agonía.
Cuando la monotonía
poquito a poco la embarga,
cuando acomoda la carga
de celos más abandono
con miras a hacer su trono
es un tormento a la larga.


* planta de Jorge Isaacs

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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