Jamás, mi bien hallarás
quien, como yo, por ti muera:
hallarás quien bien te quiera
mas no quien te quiera más.
Con tu imagen me contentas
me animas, ¡me das valor!
y en el reino del amor
tú mi dicha representas.
En las veces que te ausentas
¡de mi mente no te vas!
en mi corazón estás
eres mi risa y mi llanto,
un hombre que te ame tanto
jamás, mi bien hallarás.
A diario mi amor expongo
para brindártelo a ti
y a diario al actuar así
¡sufro y también me repongo!
Amada mía yo pongo
a tus pies mi vida entera,
te adoro de tal manera
que sin mirarte estoy triste
porque en el mundo no existe
quien, como yo, por ti muera.
A nadie estás prohibida
y es inmensa esta verdad:
que en toda la humanidad
¡la más bella es pretendida!
Si el mundo es una avenida
¡hay varones en la acera!
sé muy bien que no es quimera
que otro a ti pueda quererte
si buscas y tienes suerte
hallarás quien bien te quiera.
Esta mi alma enamorada
que al mundo mi amor proclama
y tu presencia reclama
¡sin ti está desamparada!
A la luz de tu mirada
no renunciaré jamás
te quiero hasta por demás
¡mi amor ya no tiene nombre!
encontrarás a otro hombre
mas no quien te quiera más.
* planta de Jorge Isaacs
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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