A quien el bien hizo mal


Hoy de fortuna el desdén
dio aquí una muerte inmortal
a quien el bien hizo mal
y a quien el mal hizo bien.


Con la gente era soez
falsario, canalla y duro
pues se sentía seguro
viviendo sin estrechez.
Y por la pendencia en vez
de obtener un parabién
al tan odiado Rubén
Fernández “El Avariento”
le dio el último escarmiento
hoy de fortuna el desdén.


Él vivió desde la infancia
poniendo siempre sereno
un ojo en el bien ajeno
y el otro ojo en la ganancia.
Y a Rubén que por jactancia
no reparó en la señal
en medio del dineral
que acumulaba por necio
de la ventura el desprecio
dio aquí una muerte inmortal.


Como rey de las afrentas
a todos perjudicaba
pero del daño pensaba
tener las manos exentas.
Al momento de las cuentas
llegó la muerte puntual
y al sepulcro terrenal
sin cruz pero con mojones
llevó sin contemplaciones
a quien el bien hizo mal.


Y dada su catadura
la gente fue a remover
para que no pueda hacer
Rubén una travesura.
Sobre de su sepultura
ya hicieron un terraplén,
lo mismo que a “no sé quien”
el olvido se llevó
a quien lo bueno afectó
y a quien el mal hizo bien.


* planta de Juan de Tassis

© 2007 Luis Bárcena Giménez

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.